Pasar de un pequeño pueblo a una gran ciudad siempre es un paso de gigante para alguien tan observador como yo. Allí conocí a muchísima gente nueva que de una manera u otra me inspiraron una serie de sensaciones, me abrieron los ojos, aprendí nuevos estilos, nuevas maneras de hacer las cosas, de expresar mis ideas, en fin se podría decir que empezó una nueva etapa en mi vida, y por lo tanto una nueva manera de plasmar lo que sentía en cada momento. Rompí un poco con lo que había hecho hasta ese momento y cree un arte más personal.
En estos dibujos se puede apreciar. El primero es la ruptura con todo lo anterior, el fin...el apocalipsis de mi infancia.
Y en éste otro dibujo, reflejé la creación de un nuevo mundo que se abría ante mi, no siempre el final de algo tiene que significar algo malo, sino la oportunidad de empezar algo nuevo.
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